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Autores y temas en danza

viernes, 7 de septiembre de 2007

Te quiero como Friend II

Por Simón


REVIVAL

Yo dije que me iba, ella dijo “esperá” y creo que fue lo único que dijo porque no me dejó pensar y me saltó encima. Entonces, tuvimos nuestra verdadera noche de sexo. Un gran sexo diría: sin prejuicios ni inhibiciones, sin importarnos nada, con mucha conexión y entusiasmo. De esas veces en las que todo termina por decantación, por una sucesión de besos y caricias que conducen hacia un orgasmo perfecto, si la expresión no es redundante. Quedé boca arriba con la respiración acelerada. Esta vez fue ella quien buscó los cigarrillos y me beso.
Pese a los buenos augurios, la situación volvió a ser la misma. Ella enmudeció de nuevo, renovando mis dudas anteriores y haciendo surgir nuevas:¿estará por sufrir un ataque de epilepsia? ¿se sentirá incómoda conmigo en la cama? ¿podrá fumar y hablar al mismo tiempo? El proceso duro menos...

LA CAJA BOBA

Luego de permanecer unos diez minutos en silencio, tiempo que para estar desnudos en una cama puede ser demasiado, de pronto dijo: “¿Te gusta Friends?”. Dudé unos segundos, pero dije sí con entusiasmo fingido ante el temor de que una respuesta negativa volviera a callarla. “Qué bueno”, exclamó y encendió la televisión. En el poco tiempo que duraron los comerciales me habló sobre sus personajes favoritos, aunque todos eran sus favoritos porque la serie le encantaba. Además, me comentó que algunos personajes habían experimentado cambios, aunque imaginé que los verdaderos cambios venían de su parte. “Qué bien”, dije con la mirada en la tele. Entonces, comenzó la serie.

LA METAMORFOSIS

Ella comenzó a emitir pequeños sonidos, casi tímidos, apenas perceptibles, luego sus labios se abrieron un poquito y dejó escapar algunas risitas, luego los sonidos se tornaron en jijijís que fueron acompañados por movimientos de vientre, los jijijís se hicieron jajajás y jojojós, y muchos jojojós, que luego fueron más largos y se combinaron con los anteriores jojojoooooooóss jijijís, jajajaja, jijiiji, jaraijas al tiempo que su cuerpo comenzaba a moverse de forma espasmódica y todo tan de repente, menos de tres minutos de capítulo que dispararon lágrimas en sus ojos ante la entrada de cada personaje, aunque más no fuera con gestos nimios y líneas de texto muy breves: Joey decía “Buen día” y ella estallaba; Chandler decía “No es así, Rachel” y ella aplaudía junto a los aplaudidores de la tele que siempre se ríen más de la cuenta pero en comparación con ella eran simples aprendices de la risa. Y yo, desnudo a un lado de la cama, me pregunté si no había llegado el momento de irme, así que me vestí y dije “me voy”, pero ella dijo “ssshhh... pará pará” y continuó riendo hasta que llegó el corte, se puso algo de ropa de manera urgente, me dijo “dale que llegó la pausa”, en el ascensor no pronunció palabra, al despedirme le dije “hablamos” y ella dijo “dalebuenochauchau” y, calculo, en menos de treinta segundos habrá estado en su cama agonizando de risa.


ALGUNAS CONCLUSIONES

Al regresar a casa me sentí más vacío que de costumbre, tanto que hasta me dieron ganas de salir a conocer otras mujeres. Sin embargo, decidí otorgarle a la candidata una nueva chance. Esta vez, el encuentro fue directamente en su casa, directamente en su cama y directamente, antes de que se acercase la hora de la repetición de Friends, huí despavorido.
Lo cierto es que, con el pasar de los meses, hoy tenemos una relación maravillosa. Después de alrededor de cinco encuentros, hemos logrado avances notorios: le envío un mensaje, ella responde, concertamos una cita, paso por su casa, hacemos el amor una o dos veces y, a la hora señalada, me visto en silencio, digo buenas noches y me voy. Ella queda mirando Friends.
Algunos dirán que es una relación fría, desprovista de cualquier tipo de amor, pero yo puedo asegurarles que es falso. Nos amamos en la cama y, antes y después, el trato es de verdadera camaradería, amigos solidarios que se ayudan en la descarga de impulsos biológicos predeterminados. Nos respetamos mucho, no hay preguntas, no hay lágrimas, ella no me cuestiona y yo no cuestiono Friends. No es como estar enamorado, lo sabemos, pero quién puede decir que esa chica y yo no compartimos alguna de las extravagantes formas que tiene el amor.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Fuchi!

No te quedás con sabor a poco?

A mi también me encanta Friends, pero ni loca dejo de lado la charla post-buen-sexo por un capítulo!!

En fin, cada loco con su tema.

Beso,

Guille.

giselisima dijo...

Friends a mi me encanta.Hay momentos en los que me meo de risa.
En otra vida fuí Mónica Gueller.

Anónimo dijo...

Me gusta Friendo.
Soy capaz de dejar una buena charla post coito por un programa de tv.
Me gustó el relato, a pesar de que sentí acelerado el final.

Divan dijo...

Muy buen final. Genial el cierre.
Saluditos,